¿Cuál es la valoración general que hace del fin de semana del 19-20 de mayo?

Estoy satisfecho en líneas generales. Para nosotros lo fundamental es que, una vez más, no sucedió nada grave y el domingo todos los participantes, hubieran terminado o no el recorrido, podían trasladar su experiencia en Los 10.000 del Soplao. El calor hizo que fuera una edición muy compleja con muchos incidentes menores provocados por calambres y deshidrataciones. Los servicios sanitarios tuvieron que trabajar a destajo, pero creo que se notó claramente el aumento de efectivos médicos y ambulancias que habíamos dispuesto con respecto a anteriores ediciones. Si no hubiéramos invertido más en este aspecto, que para nosotros es clave, está claro que el resultado hubiera sido diferente y estaríamos hablando de otra cosa. Este año hemos cambiado todas las ambulancias a soporte vital avanzado, con equipamiento completo de médico y enfermera y tenemos a los helicópteros de Protección Civil y Guardia Civil velando para actuar de inmediato en cuanto exista el mínimo problema. No escatimamos nada en ese apartado.

Lo cierto es que Los 10.000 del Soplao ya se viven intensamente desde el viernes, con la prueba de Natación y salida de la Ultramaratón. ¿Qué sensación le deja el primer día del evento?

Muy positiva. La prueba de Natación considero que salió mejor que ningún año. La entrega de dorsales fue razonablemente ágil, aunque se registraron bastantes incidencias por el cambio de tallas de la ropa que habían comprado nuestros participantes al realizar la inscripción. Nos gusta atender a todo el mundo de la forma más personalizada posible, aunque eso nos cueste más de un quebradero de cabeza. La salida de la Ultra es un evidente éxito de público y no hubo incidentes durante el recorrido. El equipo de marcaje y control realizó una labora extraordinaria durante toda la noche. También los médicos. Estuvieron de diez y nunca me cansaré de darles las gracias.

Dice que el sábado fue un día complejo. ¿A qué se refiere?

A varias cosas, porque cada disciplina tiene su particularidad. En BTT hubo muchas caídas, más que otros años, pero eso está dentro de lo que puede ser una prueba de estas características. En Ruta a Pie hubo más problemas médicos y lesiones que nunca, probablemente motivadas por el calor y en algunos casos por falta de preparación. Insisto en que los efectivos sanitarios hicieron un trabajo extraordinario.

Usted supervisa personalmente todos y cada uno de los Avituallamientos antes y después de la prueba. ¿Cómo se controla la comida y bebida para más de 10.000 personas?

Llevamos 12 ediciones organizando Los 10.000 del Soplao y guardo estadísticas de todos los años con el consumo en cada Avituallamiento, lo que sobra y lo que falta, y siempre trabajamos con cifras que superan a lo consumido el año anterior para que no falte nada. Pero está claro que también somos humanos y existen aspectos que se pueden escapar a cualquier previsión. Por ejemplo, este año hubo un momento en que nos quedamos sin plátanos para los ciclistas de BTT en el Avituallamiento de la Cueva del Soplao. Habíamos llevado más plátanos que en otras ocasiones, pero llegó un instante en que se acabaron. Fue el único punto donde tuvimos ese problema. En el resto no sucedió nada similar.

¿Cómo manejaron desde la Organización los Avituallamientos líquidos ante el intenso calor?

Como he dicho antes, siempre trabajamos con cifras que superan lo consumido en años anteriores. Nadie puede decir que corrió el mínimo riesgo de quedarse deshidratado. Por ejemplo, en el Avituallamiento de Fuentes han sobrado más de 756 litros de Aquarius. Obviamente, puede haber participantes que prefiriesen agua, pero había líquido de sobra para ingerir y nadie pudo quedarse sin líquido. Contentar a todo el mundo es imposible. Otros participantes se quejan de que no había Coca Cola durante el recorrido. Ahí sí que tengo que afirmar que no se trata de una decisión de los organizadores, sino de la propia marca, porque Coca Cola y Aquarius son la misma empresa y se trata de uno de los principales patrocinadores de la prueba. Ellos, dentro de su estrategia, deciden que sólo facilitaría Coca Cola una vez superada la Línea de Meta. De hecho, dábamos Coca Cola en la Carpa de Dorsales, donde todo el mundo además tenía a su disposición pasta, fruta, sandwiches, agua y cerveza.

¿Además de los problemas físicos, la Ruta a Pie ha tenido alguna otra incidencia?

Está claro que se trata de la modalidad donde el calor más afectó a los participantes. Sí tuvimos la incidencia de que se acabó el agua en La Cotera (km 27), pero me gustaría destacar que ese es un avituallamiento que la Organización dispone de “motu propio”, porque no está recogido en el Reglamento de la prueba, ya que los Avituallamientos de la Ruta a Pie son Ucieda, El Cerezo y Meta. Hasta ese punto de La Cotera subimos 1.512 litros de agua para distribuir entre los 2.500 participantes, es decir, una media superior al medio litro cada uno. Insisto en que no viene recogido en el Reglamento, igual que el Avituallamiento líquido de Ruente, pero son dos avituallamientos que nosotros añadimos por “dulcificarles” de alguna forma “El Infierno Cántabro” y para que nadie quede desasistido.

Pero no fue el de La Cotera el único punto al que subieron agua a mayores…

Cierto. Viendo el intenso calor que hacía también procedimos a transportar agua desde El Cerezo (km 39) al Toral (km33), con la dificultad que conlleva transportar ese agua en motos y vehículos habilitados por zonas donde no existe ni siquiera una pista de acceso. Insisto en que son avituallamientos que añadimos de buena fe. Me sorprende, no obstante, que tratándose de una prueba de semi autosuficiencia, algunos participantes no lleven consigo cantimplora ni alimento alguno, limitándose sólo a los avituallamientos de la prueba. No lo censuro porque cada uno afronta la prueba de la forma que cree oportuno, pero en el Reglamento vienen recogidos menos avituallamientos de los que finalmente se disponen.

Algunos participantes de BTT se han quejado en redes sociales de la decisión de los organizadores de adelantar 30 minutos el corte horario en Fuentes. ¿Cómo argumentaría la decisión?

Organizar un evento como Los 10.000 del Soplao es algo complejo, con situaciones que pueden cambian constantemente en un sentido u otro y que exigen tomar decisiones al momento, porque durante horas tenemos a miles de personas en la montaña completando diferentes recorridos. Nos podemos equivocar, pero hasta el momento hemos conseguido que a lo largo de estos 12 años todas las incidencias hayan sido menores. Para nosotros la Seguridad está incluso por encima de la satisfacción personal de los participantes. Ya nos sucedió en 2012, cuando debido a la nieve y al intenso frío tuvimos que recortar la prueba. Fue una decisión dolorosa, porque nosotros trabajamos durante todo un año para que todo salga bien y no ganamos nada con adelantar los cortes horarios por motivos de seguridad.

¿Cree que les ha perjudicado haber tomado esa decisión?

Para nosotros lo fácil hubiera sido no hacer nada. No decidir nada y dejar las cosas como estaban. Sin embargo, el pasado sábado había un riesgo evidente ante el intenso calor y las medias de velocidad registradas hasta ese momento en Juzmeana de que muchos participantes, aun pasando el corte, llegaran pasada la media noche y no estuvieran en condiciones de completar el recorrido con unas mínimas garantías de seguridad, como decimos por el calor y porque a muchos de ellos se les iba a echar encima la noche sin luces que les hiciera visibles. No podemos tener a centenares de participantes en el monte, de noche y sin luces. Quizás sí puedas tener a 30 o 50, pero no a un número tan elevado como los que se dan en El Soplao.

Entonces, ¿por qué decidieron volver a abrir la prueba después de varios minutos?

Muy sencilllo. Porque transcurridos poco más de 15 minutos conseguimos movilizar los efectivos médicos y de Organización suficientes como para cubrir las necesidades de cada uno de los ciclistas que decidiera continuar la Ruta. Me podrán llover mil críticas, pero siempre pondrá por delante la integridad de los participantes. Volvería a tomar la misma decisión. Que la gente se pregunte qué gana la Organización de Los 10.000 del Soplao tomando este tipo de decisiones. Solamente críticas. El matiz es que cada uno de los afectados nos puede criticar al día siguiente desde su casa a través de cualquier canal, incluidas nuestras redes sociales, que están siempre abiertas. Admitimos todas las críticas, siempre que se hagan con respeto. Lo que sí nos duele es el insulto, porque la gente ni se imagina de todo el trabajo que hay detrás de Los 10.000 del Soplao.

Antes del evento hicieron especial hincapié en la limpieza y cuidado con el Medio Ambiente con sendos convenios con Ecoembes y SEO Bird Life, además del reconocimiento de Coca Cola como “Evento con Buen Ambiente”. ¿Han respondido los participantes a ese llamamiento?

Desde luego y lo han hecho con creces. Ha sido de largo la edición más sostenible en la que menos residuos hemos recogido. Está claro que hemos dado un salto cualitativo en este apartado. Queda claro que si todos nos esforzamos un poco más, conseguiremos el objetivo final que es no dejar ningún residuo en la Naturaleza. Es algo que pedimos a los deportistas no sólo el día del Soplao, también el resto de año cuando salen a entrenarse. Porque el día de la prueba nosotros pasamos después a recogerlos, pero el resto del año esos residuos se quedan en el monte y es una pena.