Nuevo recorrido, solo para 110 km
Tras la ya mítica salida nocturna en Cabezón de la Sal, la primera parte de la prueba, hasta el pueblo de Saja, permanece invariable, por lo que el recorrido para los participantes en 75 km no sufre cambio alguno.
Sin embargo, quienes opten por la distancia más larga y una vez superada la localidad de Saja, deberán tomar dirección a la Braña de las Mazas a través de la pista forestal que conduce al Paraje de Los Cuadros, en lo que supone la primera gran novedad. Una vez llegados a La Fresona, la marcha seguirá por un sendero que conducirá por una bajada a la pista forestal de Espinas, que nos llevará al ya conocido paso de Ozcava.
Pico Tambuey, nuevo coloso de la Ultra
Superado este punto, se tomará el sendero PR-S-114 que trasladará a los ultramaratonianos a un descenso rápido, cómodo y bien señalizado en dirección al pueblo de Bárcena Mayor. Remarcamos que es un descenso, puesto que en anteriores ediciones se cubría en sentido contrario, ascendente. Dicha bajada desembocará junto a la Ermita del Carmen. Justo detrás de esa ermita, a no más de 40 metros, se deberá tomar el sendero que precede a la subida al Monte de la Mahílla, desde donde directamente se acometerá la ascensión a la Braña del Pico Tambuey. Atención a esta exigente subida que salva más de 700m de desnivel en apenas 5 km. La buena noticia para los deportistas es que se trata de un sendero limpio y que se distingue perfectamente del resto. Cabe destacar que desde dicho sendero se podrá disfrutar de vistas espectaculares en donde suele ser habitual avistar animales en plena Naturaleza.
Llegados a Tambuey, ya con las fuerzas justas por el esfuerzo, se recuperará el antiguo recorrido en dirección a los Tojos. Desde allí se afrontará el conocido trayecto hacia el pueblo de Bárcena Mayor y la Ermita de El Moral, siguiendo hacia Cabezón de la Sal, en lo que promete ser una ultra dura y exigente, a la altura de “El Infierno Cántabro”, que dejará satisfecho a quien consiga completar este hermoso reto.